Un hombre con un hermoso cuerpo y una mente más que amueblada. Así se define Gabriel, un gaditano de 36 años, Aventurero, devoto de la mitología griega y entusiasta de la arqueología, se hace llamar Apolo por considerarlo su referente intelectual, físico y de personalidad. “Tengo muchas ganas de enamorarme y encontrar el amor”, asegura antes de llegar al Paraíso.
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