Bajo un falso nombre, para ocultar sus orígenes búlgaros pese a su acento de Almería, Hristo es un joven vigilante de seguridad con una elevada autoestima respecto a las mujeres y un físico de muy buen ver. “La chica me ha gustado, tiene ‘personalidad’, tiene unos ojos muy bonitos”, aseguraba el joven con una sonrisa en la boca después de conocer a Ana. “El nuevo está potable como el agua, muy bueno”, decía ella.
↧